YACIMIENTOS

 

 

BONAMPAK

 

En el corazón de la selva de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, se esconden los templos Mayas de Bonampak. El sitio es mucho más íntimo que los otros. Los edificios no son muy grandes. Pero en el interior de los templos los arqueólogos han revelado frescos de gran belleza.

En el período clásico, Bonampak fue la sede de un pequeño principado maya gobernado por sacerdotes y miembros de una aristocracia militar. Aunque aislada en medio de la jungla, era sin embargo muy evolucionada en el terreno artístico (tal como lo testimonian los frescos que ilustran conjuntos de músicos).

Pero Bonampak es de muy difícil acceso para los turistas. Hay que ir en avioneta o, en su defecto, por medio de autobuses que tambalean en caminos en mal estado. Cerca de Bonampak viven los lacandones, un grupo de indios en vía de extinción que huyeron de otras etnias mayas y del avance de los españoles.

 

CHICHEN ITZÀ

 

En el 692, los Itzaes abandonaron Chichen Itzá y regresaron en el 987, según la leyenda, bajo la conducción del gran sacerdote de Tula, Quetzalcoatl, que los Toltecas habían expulsado. Quetzalcoatl fundó una nueva ciudad al norte de la precedente y le dio el poder a una dinastía Itza antes de regresar al México Central.

Los Itzaes reinaron en la ciudad durante dos siglos y construyeron la "Pirámide de Kukulcán" (traducción Maya de Quetzalcoatl) en honor a su fundador.
Los Itzaes se unieron a los Cocomes de Mayapán y a los Xiues de Uxmal en el seno de lo que se conoce como "la Liga de Mayapán". Pero esta alianza fue rota por los Cocomes en 1194 y los príncipes de Chichen Itzá fueron expulsados de su ciudad.

A partir de esta fecha la ciudad fue abandonada poco a poco, y fueron erigidas muy pocas estelas y monumentos nuevos.
En 1533 los españoles ocuparon un tiempo Chichen Itzá. El primer europeo que se interesó en el lugar fue el obispo Diego de Landa (1566). Pero no fue sino hasta en el siglo XIX que los arqueólogos la dieron a conocer al mundo.

Chichen Itzá es el sitio arqueológico mexicano más conocido. Lo debe a sus monumentos majestuosos y perfectamente restaurados. El Castillo (Pirámide de Kukulcán) domina el sitio. Pero otros edificios tienen mucha importancia también: El Juego de Pelota, uno de los más grandes del área meso-americana; El Templo de las mil columnas, custodiado por un Chac Mool impresionante.
Se puede visitar además los cenotes, esos pozos naturales que servían también para los rituales y los sacrificios, y sin los cuales la vida en Chichen Itzá no hubiese sido posible.

COPÁN

 

En Honduras, a algunos kilómetros de la frontera con Guatemala, se encuentra uno de los más bellos sitios de la Meso-américa: Copán, llamada "la Alejandría de los Mayas" y hasta "Atenas del Nuevo Mundo". El sitio debe estas denominaciones a la fineza y la belleza de su arquitectura, a sus estelas magníficamente talladas.

La estela más antigua de Copán data del año 460 y la ciudad habría sido fundada mucho antes por los olmecas que vinieron a la región para explotar los yacimientos de jade.
Después los mayas hicieron de Copán un alto lugar científico. Los sacerdotes mayas estudiaron la astronomía y habían calculado muy exactamente el ciclo lunar.

Copán conoció su apogeo bajo los reinados del rey "Jaguar que fuma" (628-695) y de "Dieciocho conejo" que protegían los astrónomos mayas. Cada 20 años se erigía una estela en Copán, lo cual hizo que se hayan encontrado tantas, y que hace del sitio un lugar privilegiado para los arqueólogos del mundo maya.

Copán fue mencionada desde 1576 al rey Felipe II de España, pero fue en 1834 cuando comenzó realmente la exploración del sitio por los arqueólogos.

EL TAJÍN

 

El Tajin es el sitio más importante de la civilización totonaca. Descubierto en 1875, la Ciudad fue abandonada mucho tiempo antes de la llegada de los españoles. Se piensa que El Tajín tuvo su apogeo entre los siglos VI y IX.
El monumento más notable de este sitio es la "Pirámide de los nichos", de una altura de 20 metros, que consta de 6 niveles. En todos ellos se pueden observar nichos que, hasta la cima, alcanzan los 365, que corresponde al número de días del año.
Uno de los ritos más conocidos de la civilización totonaca es el que efectuan los voladores. Los bailarines del "Volador" ejecutan algunos pasos de danza al pie de un mástil de 20 a 30 metros de altura, luego el jefe de la danza y sus cuatro compañeros trepan a la cima del poste. Con una cuerda fijada a los pies, los cuatro voladores se lanzan al vacío, girando mientras descienden progresivamente al son de la música del jefe de danza, instalado en lo alto del mástil.

LA VENTA

 

Estas cabezas colosales de más de dos metros de altura, pesando a veces hasta 30 toneladas, han dado muchos problemas a los arqueólogos. Con facciones totalmente negroides o mongoloides, estas estatuas no tienen mucho de los rasgos de los hombres de otras civilizaciones mesoamericanas. Sin embargo, la civilización olmeca es considerada como la "madre" de todas las culturas de la región (la maya en primer lugar).
Los Olmecas aparecieron en la región del Golfo de méxico hacia el año 1500 a.C. e influenciaron, tanto en el plano social y político como a nivel de la arquitectura, a la mayor parte de las civilizaciones de la Meso-América.
No se encuentran estas estatuas en el sitio pantanoso de La Venta. Han sido transferidas al parque La Venta de Villahermosa por razones de accesibilidad y de preservación. Pero armoniosamente dispuestas en un parque de vegetación exuberante, en medio de iguanas y monos, las estatuas olmecas nos asombran por su primitiva belleza.

MONTE ALBAN

 

Enclavado a dos mil metros de altura, en el verde valle de Oaxaca, Monte Albán fue sin duda fundada por los zapotecas en el año 500 a.C. y creció durante los tres siglos siguientes.
La civilización llamada "de Monte Albán" es, con la de Teotihuacán y los olmecas, la que más influenció a los pueblos del área mesoamericana.
La Ciudad era muy avanzada militarmente, como testimonian los taludes defensivos que fueron construidos desde el principio y su situación estratégica. Pero Monte Albán fue también un centro intelectual y artístico muy activo. Las esculturas y las cerámicas de la región se encuentran entre las más bellas del arte precolombino.

 

 

PALENQUE

 

A 210 kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, Palenque es una de las ciudades mayas mejores conservadas de México.
Palenque significa en lengua maya "rodeado de árboles", porque el sitio se encuentra en plena selva tropical, lo que le confiere un escondite excepcional.
Es al barón Jean-Frédéric Waldek, antiguo soldado de Napoleón, a quien se debe la fama de Palenque. El sitio fue señalado por numerosos viajeros en el curso del siglo XVIII, pero el barón austríaco permaneció allí durante dos años (1830-1832) e hizo conocer la ciudad maya al mundo con sus reproducciones de los frescos y los palacios de Palenque.
El sitio de Palenque estaba habitado antes del comienzo de nuestra era, pero conoció su apogeo al transcurrir el siglo VI. La importancia política de la ciudad no debía ser muy grande, a juzgar por el tamaño de sus edificios, relativamente pequeños en relación a los de Tikal o Copán.
Palenque fue muy marcada por el reinado del rey Pakal (615-702), de quien se encuentra su efigie en numerosas frescos, esculturas en estuco, y su tumba recientemente restaurada en la "Pirámide de las inscripciones".
Fue a fines del siglo X que la civilización de Palenque llegó a su fin, sin duda después de una invasión de los totonacas, quienes permanecieron un tiempo allí para luego abandonar la ciudad a la selva.

 

TEOTIHUACÁN

Según la leyenda, sería en Teotihuacán donde los dioses habrían nacido. En este lugar donde el Sol y la Luna se elevaron hacia el cielo, como testimonian las dos pirámides que les consagraron.
No es asombroso que todas las civilizaciones de la meseta mexicana dijeran descender de la civilización de Teotihuacán. El sitio es grandioso y tan imponente que parece realmente haber sido construido por dioses.
Pero no sabemos casi nada de los hombres que poblaron esta ciudad en el siglo II de nuestra era. La ciudad contaba con más de 100.000 habitantes en su apogeo. Teotihuacán fue destruida en el siglo VII, sin que se sepan las razones. La ciudad estaba desprovista de fortificaciones y las pinturas descubiertas no presentan ningún rastro de violencia.
Sin embargo, Teotihuacán habría influenciado mucho al área mesoamericana. Todas las civilizaciones avanzadas de la región incorporaron el estilo Teotihuacán a su arquitectura, como testimonian las representaciones de Quetzalcoatl, la famosa "serpiente emplumada" que se encuentra prácticamente en todos los sitios arqueológicos de México y Guatemala.

TENOCHTITLÁN

No queda mucho de la antigua capital de los aztecas. Hernán Cortés y los españoles arrasaron la ciudad para construir sus iglesias y residencias coloniales.
Sólo algunos vestigios del pasado son visibles, como las bases del "Templo Mayor", la pirámide erigida en honor a Huitzilopochtli, el dios tutelar de los aztecas.
Fue en 1978 cuando se descubrió por casualidad el sitio durante unos trabajos de renovación de México. La mayoría de los edificios se encontraban bajo la catedral. No era cuestión de demolerla, pero por suerte, el templo principal se encontraba algunos metros detras.
Lo que se ha podido sacar a la luz no es fantástico, pero tiene un alto valor simbólico. La arquitectura de Tenochtitlán es bien conocida. Una maqueta de la antigua ciudad se encuentra en el Museo de Antropología de México.
Si se ha podido "reconstruir" tan fielmente la ciudad, es porque ella había impresionado a los españoles, que la vieron en su momento de apogeo, e hicieron una descripción muy detallada, después de haberla arrasado.
Según la leyenda, Tenochtitlán fue construida por los aztecas en el año 1325 en el lugar donde habían visto un águila sobre un cactus devorando una serpiente. Desgraciadamente, el lugar era pantanoso. Pero los aztecas, expulsados por todas las tribus del lago Texcoco, no se resignaron y crearon una verdadera ciudad lacustre que llegó a ser un gran centro de comercio.

 

TIKAL

En el corazón de la selva del Petén, en una atmósfera húmeda donde resuenan los aullidos de los monos-araña y los rugidos de los jaguares, se levantan las ruinas gigantescas de la más extraordinaria ciudad maya.
Tikal, "el lugar de los ecos", fue durante dos mil años la ciudad más grande del mundo maya. Estuvo habitada desde el siglo VII a.C. Sólo fueron encontradas algunas cerámicas de la época.
Los primeros edificios datan del siglo II a.C. Tikal fue influenciada por las civilizaciones que vinieron de las montañas de Guatemala y por los olmecas que llegaron desde el Golfo de México.
Durante el período clásico, es decir, del siglo III al X, Tikal llegó a su apogeo con la construcción de inmensas pirámides, cuya cresta domina la cima de los árboles más altos de la selva del Petén. Desde lo alto de estas pirámides, el visitante tiene una vista extraordinaria de la selva, sobre todo cuando la bruma parece envolverlo todo.
En los siglos V y VI, Tikal sufrió la influencia de Teotihuacán; después la ciudad desaparece debido a invasiones de tribus que vinieron de la meseta mexicana.
La ciudad estuvo habitada hasta el siglo XIII antes de caer en el olvido en la selva que la cubrió completamente.

TULUM

 

Fue en 1518 cuando Juan de Grijalva, un Conquistador español, percibió Tulum en el borde de la costa este de Yucatán. Los españoles no demoraron mucho tiempo antes de someter a los temibles guerreros mayas de esta región.
Tulum fue fundada en el siglo VI durante el Antiguo Imperio Maya. La ocupación del sitio duró hasta 1544, cuando los españoles lograron vencer a los mayas del noreste del Yucatán. La ciudad fue abandonada hasta que se emprendieron excavaciones en 1916.
Tulum significa "muralla" o "fortificación". En efecto, la ciudad estaba rodeada de murallas que defendían los tres frentes terrestres, mientras que los acantilados protegían el frente marítimo. Unica (?) ciudad maya construida al borde del mar, Tulum parecía jugar el rol de puerta de entrada marítima del mundo maya.
Los edificios están lejos de ser tan imponentes como en las otras ciudades mayas. Pero se han descubierto frescos en estuco de gran belleza. Al borde del azul mar Caribe bordeado de extensas playas de arena blanca, Tulum se encuentra en un marco excepcional.

UXMAL

Uxmal habría nacido en el siglo VI de nuestra era y llegó a su apogeo entre los años 600 y 900. Pero el sitio estaba habitado desde el año 800 a.C. No obstante, el período que mejor se conoce de la historia de Uxmal es aquel en el cual la dinastía Xiu llega al poder en el siglo XI.
La Ciudad hacía parte de la Liga de Mayapán, que la unía a esta última así como a la ciudad de Chichen Itzá. Después de un conflicto que oponía Mayapán a Chichen Itzá en 1194, los Cocomes dominaron el norte de Yucatán y los Xiues fueron obligados a someterse.
Pero en 1441, un príncipe Xiu, Ah Xupan Xiu, jefe de una coalición Maya, logró apoderarse de Mayapán, la cual fue destruida.
La destrucción de Mayapán provocó el desmembramiento de la unidad Maya que, menos de un siglo más tarde, no pudo defenderse contra los españoles.
En una región árida, que contrasta en comparación con las ciudades mayas de la selva (Tikal, Palenque, Copan...), Uxmal parece ser la ciudad dedicada al dios Chac, el dios de la lluvia. En efecto, en estas tierras prácticamente desérticas, el agua tenía una gran importancia. Y es por eso que se encuentra en la mayoría de los edificios de Uxmal representaciones del dios de la lluvia.
La Pirámide del Adivino es el edificio más espectacular del sitio. Es una de las escasas pirámides de base circular u ovoide de Mesoamérica. Se llega a su cima por una escalera muy empinada, pero desde allí se tiene una vista magnífica del conjunto de las ruinas.